Luego de haber vivido situaciones de estrés, ansiedad y aislamiento en los últimos dos años debido a la pandemia, los niños y adolescentes vuelven a modificar su rutina para afrontar un nuevo desafío: retornar a clases de manera presencial.
El retorno a clases debe realizarse de manera paulatina y con un enfoque positivo. Para ello, es necesario que los padres acompañen a sus hijos en este proceso de adaptación. Una manera efectiva de lograrlo es través de diálogos frecuentes y estimulantes con ellos y, sobre todo, reaccionando de forma positiva a las preguntas que tengan los niños, para que se sientan más cómodos al expresar sus sentimientos.
Los siguientes consejos te servirán para ayudar a tus hijos a gestionar algunas de las emociones que puedan sentir al volver a la escuela de forma presencial tras dos años de clases virtuales:
Las escuelas constituyen uno de los ambientes protectores de los niños y adolescentes. En ese sentido, los educadores pueden ser protagonistas en la identificación de problemas de salud mental, al ser parte del soporte emocional de los alumnos y estar en comunicación directa con los padres.
Es sabido que el bienestar mental de los niños es un pilar fundamental para el desarrollo de sus habilidades y la prevención de enfermedades mentales a futuro, por lo tanto, ese bienestar debe garantizarse y protegerse durante el proceso de retorno a clases presenciales.