El vértigo es una sensación que puede resultar alarmante, especialmente por su aparición repentina y la intensidad con la que se manifiesta. Muchas personas lo confunden con otros trastornos como los mareos o la pérdida de equilibrio, pero comprender sus características específicas es clave para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
El vértigo es la sensación de giro o movimiento ya sea del entorno o del propio cuerpo, aun cuando uno está quieto. Es distinto de la pérdida de equilibrio, donde la persona siente dificultad para mantenerse en pie, y del mareo, que suele ser una sensación general de desorientación sin percepción de movimiento rotacional.
La sensación de mareo ocupa un término medio: puede ser una leve sensación de aturdimiento, pero no implica ni inestabilidad severa ni percepción de giro.
Reconocer estas diferencias es fundamental para orientar el diagnóstico hacia el sistema vestibular, el oído interno o incluso causas neurológicas.
El oído interno y el sistema vestibular desempeñan un papel esencial en el mantenimiento del equilibrio. Son estructuras especializadas que detectan la aceleración lineal (movimiento en línea recta) y la aceleración angular (movimiento rotacional).
El nervio vestibular transmite la información desde el oído interno hasta el cerebro, coordinando señales junto con la vista y la propiocepción (sensaciones del cuerpo). Gracias a esta interacción, somos capaces de mantener la estabilidad del cuerpo al caminar, correr o incluso al realizar movimientos rápidos, como cuando aceleramos en una moto o giramos bruscamente.
Alteraciones en cualquiera de estos componentes pueden desencadenar vértigo, mareos o pérdida de equilibrio.
El vértigo suele presentarse de manera súbita y genera gran ansiedad en quien lo experimenta. Muchos pacientes acuden de inmediato a emergencia por temor a un derrame cerebral o un tumor cerebral, aunque en la mayoría de los casos el origen es benigno.
La evaluación clínica inicial suele incluir pruebas específicas como el test de impulsos cefálicos y estudios como la videonistagmografía para analizar los movimientos oculares anómalos asociados al vértigo.
Una de las causas frecuentes de consulta es el mareo al levantarse, conocido también como vértigo posicional.
En estos casos, el cambio de posición provoca el desplazamiento de pequeños cristales (otoconias) en el oído interno, que estimulan indebidamente el sistema vestibular, causando episodios de vértigo. Esta condición es conocida como vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), uno de los tipos de vértigo más comunes.
Aunque no existe evidencia sólida de que el vértigo sea más frecuente en mujeres, sí se observa una mayor consulta femenina por esta condición.
Identificar correctamente si se trata de un vértigo periférico o central es clave para definir el tratamiento más adecuado.
El vértigo puede presentarse de manera inesperada y afectar significativamente la calidad de vida. Reconocer sus síntomas, entender el rol del sistema vestibular y del oído interno, y acudir a una evaluación médica adecuada son pasos fundamentales para un tratamiento efectivo.
En la Clínica San Felipe, contamos con especialistas en otorrinolaringología y neurología, equipados con tecnología de diagnóstico avanzada para identificar las causas del vértigo y ofrecer un tratamiento preciso y personalizado.
Agenda tu cita aquí y recibe atención oportuna para cuidar tu salud a tiempo.
Tu bienestar no espera.