Los riñones cumplen una función principal: filtrar la sangre; pero también eliminan desechos y exceso de agua a través de la orina, mantienen el equilibrio químico de tu cuerpo, ayudan a controlar la presión arterial y a producir hormonas. Cuando tus riñones están dañados y no pueden cumplir con estas funciones como deberían, entonces hablamos de enfermedad renal crónica.