A pesar de que los broncodilatadores inhalados y los corticosteroides inhalados son medicamentos ampliamente recomendados en todas las guías de manejo a nivel mundial para el tratamiento del asma, los médicos que tratamos niños con esta condición nos enfrentamos con frecuencia al temor de los padres acerca del uso de los inhaladores. Ellos constantemente se ven tentados a suspender el tratamiento (muchos lo hacen) por el temor a los supuestos efectos adictivos o perjudiciales sobre el corazón, negándole al niño de esta manera la posibilidad de un control adecuado de la enfermedad.